El custom Toy sobre un juguete del Capitán América.
Qué hubiera sido de la historia de Steve Rogers, el Capitán América, si no hubiera ocurrido en Estados Unidos sino en México, la historia sería completamente distinta. Primeramente este país no tiene la visión imperialista ni expansionista de Estados Unidos, por lo que invertir obsesivamente en desarrollo armamentista y militar no es prioridad. Así que hacer un suero para crear súper soldados no está en la lista de prioridades.
Segundo, las investigaciones para
desarrollar dichos experimentos en México carecerían de apoyos económicos, de
equipo y las instalaciones no serían apropiadas para las investigaciones, como
lo que pasa con los apoyos a los deportistas olímpicos y muchos otros sectores.
Tercero, el súper soldado lucha contra un régimen representado por Cráneo Rojo (bandera comunista)
defendiendo un régimen de libertad y democracia consumista (bandera
norteamericana o qué pensaban que las franjas, estrellas, las alas de libertad
en el casco del Capitán y el enemigo del otro continente eran por el azar). El
súper soldado de México por qué lucharía, yo no lo sé (en verdad), si defiende
un gobierno el cual en las calles y redes sociales lo tachan de “vende patria”
por qué lucharía, me vuelvo a preguntar.
Por último, si se hubiera desarrollado la
historia del Capitán América en
México seguramente no sería un militar, sino un policía con apariencia similar
a la de Homero Simpson, regordete por
el alcohol y una insana alimentación, no tendría una gran capacidad física, ni
habilidades estratégicas. Sería conocido como El Gran Capitán Soborno, pues como la kriptonita, debilidad de Superman,
el soborno mejor conocido en el bajo mundo como “mordida” es su debilidad, el
cual le quitan los superpoderes para combatir a los malos, lo incapacita para
impartir justicia y en algunos casos lo hace voltear a otro lado, haciendo a
los villanos invisibles, él es El Gran
Capitán Soborno.
Atentos, con este post no trató de
generalizar, ni caer en el error de encasillar a todos los policías de
corruptos, ni tampoco de caer en el prejuicio de que ser un policía es igual a
hacer un cerdo sin ética, puesto que hay
policías que si protegen al ciudadano y brindan ayuda a quien la necesita (escasos, puede ser). Y para concluir, no
necesariamente el soborno y la corrupción se presenta en el ámbito de la
policía, sino también en otros ámbitos que se presentan cotidianamente, por eso
El Capitán Soborno es una crítica a
los valores de la sociedad que contrastan con su original.
Comentarios