Veintidós siglos antes de la
era cristiana, el justo emperador Yü el Grande recorrió y midió con sus pasos
las Nueve Montañas, los Nueve Ríos y los Nueve Pantanos y dividió la tierra en
Nueve Regiones, aptas para la virtud y la agricultura. Sujetó así las Aguas que
amenazaban inundar el Cielo y la Tierra; los historiadores refieren que la
división que impuso al mundo de los hombres le fue revelada por una tortuga
sobrenatural o angelical que salió de un arroyo. Hay quien afirma que este
reptil, madre de todas las tortugas, estaba hecho de agua y de fuego; otros le
atribuyen una sustancia harto menos común: la luz de las estrellas que forman
la constelación del Sagitario. En el lomo se leía un tratado cósmico titulado
el Hong Pan (Regla General) o un diagrama de las Nueve Subdivisiones de ese
tratado, hecho de puntos blancos y negros.
Para los chinos, el cielo es
hemisférico y la tierra es cuadrangular; por ello, descubren en las tortugas
una imagen o modelo del universo. Las tortugas participan, por lo demás, de la
longevidad de lo cósmico; es natural que las incluyan entre los animales
espirituales (junto al unicornio, al dragón, al fénix y al tigre) y que los
augures busquen presagios en su caparazón.
Than-Qui (tortuga-genio) es
el nombre de la que reveló el Hong Fan al emperador.[1]
De todas las especies que menciona Borges y Margarita en su libro Manual de zoología fantástica la también conocida "Tortuga Genio" fue
la que más me llamó la atención. Una tortuga mítica, además de ser una especie
en el plano terrenal pertenece al universo, su constitución es de agua y fuego
pero también de constelaciones y según los explica Borges la tortuga se le
asocia con la longevidad y lo cósmico.
Los materiales que utilicé para hacer a la tortuga madre
fueron: arcilla para modelar, rocas de pecera pequeña, color azul, morado,
verde y rosa, y un juguete de plástico. Debido a que es la Tortuga Madre, hice otra pequeña tortuga utilizando una
tortuguita decorativa.
El juguete por la forma de tortuga me sirvió para hacer la Tortuga
Genio, pues al juguete le fui agregando arcilla, sin que este perdiera la forma
al terminar de colocarle arcilla, pasé a aplicarle las rocas de pecera para que
diera la sensación de un caparazón fuerte y los colores de las piedras
representaron lo cósmico, terminada la fase de modelado deje así a la tortuga,
ya que para el fin de naturalidad, el color marrón de la arcilla sirvió para
este fin.
El juguete como base ayudó mucho para la forma de tortuga
mística, las rocas dieron la sensación de dureza del caparazón, el color marrón
la volvía mística debido a que no posee ningún tipo de expresión en el rostro,
y sólo texturas en el cuerpo. La tortuga pequeño le añadí un poco de arcilla
para hacer su caparazón con púas, de este modo se parecía a la tortuga madre.
Bibliografía.
Borges, Jorge Luis. & Guerrero, Margarita. Manual de
zoología fantástica. México-buenos aires. Fondo de Cultura Económica. 1957, pp.
55.
[1] Borges,
Jorge Luis. & Guerrero, Margarita. Manual
de zoología fantástica. México-buenos aires. Fondo de cultura económica.
1957, p. 32.
Comentarios